Lecturas que sanan es una propuesta que se viene ejecutando desde el año 2013, la cual responde a la necesidad de promover la lectura como una herramienta de reparación y sanación para niños y niñas que debido a condiciones médicas se encuentran en los centros hospitalarios del municipio. Por medio de diferentes talleres, se propiciará el fortalecimiento de habilidades que contribuyen a potenciar la imaginación, la creatividad, la motricidad, el amor propio, la comunicación y las relaciones interpersonales. Asimismo, se busca recrear la cotidianidad en el espacio hospitalario, reduciendo los sentimientos de miedo y ansiedad que pueden presentar los niños y niñas.

Pensando en una biblioteca móvil que promocionará y llevará la lectura a espacios abiertos alternativos como parques, escuelas, hospitales y cárceles, comienza a rodar en 1995 “La carreta de leer”. Este es un proyecto que busca llegar a todos los sectores de El Carmen de Viboral fortaleciendo las habilidades lectoescritoras en todos los habitantes, especialmente en madres gestantes y niños del sector rural y urbano. Además, se busca mejorar las relaciones sociales, la adquisición de nuevos conocimientos y el desarrollo del pensamiento crítico que favorezca el fortalecimiento de las capacidades humanas individuales y colectivas.

Esta es una idea innovadora de intercambio de saberes e información entre dos bibliotecas colombianas: La Mediaoteca del Dragón ubicada en Bogotá y la Biblioteca Mariamulata Lectora ubicada en la Costa Caribe. Durante seis meses, en un mutuo intercambio de experiencias, cada biblioteca produce seis boletines, cuya creación está a cargo de un comité editorial conformado por los coordinadores de la biblioteca y un grupo de personas de la comunidad. Toda la población es invitada a participar por medio del envío de sus propuestas o la participación en el laboratorio abierto de creación.

En el barrio San Isidro, localidad de Chapinero en Bogotá, los jóvenes y niños enfrentan diferentes problemáticas relacionadas con precarias condiciones económicas y presencia de escenarios de violencia que ponen en riesgo su vida. Buscando hacer frente a estas problemáticas y mejorar las condiciones de la población, la Biblioteca Comunitaria Alexander Contreras lanza este proyecto, el cual utiliza la lectoescritura, la pedagogía crítica, la cultura y el deporte como sus principales herramientas para construir escenarios de paz donde los jóvenes y niños son sus principales protagonistas. Dentro de las actividades propuestas por la biblioteca para alcanzar sus objetivos se encuentran: proceso de alfabetización y cartilla de alfabetización para las personas con déficit cognitivo; encuentros deportivos-lectores; escuela de paz y cartilla metodológica; escuela de rap y muestra cultural-artística; ampliación del programa “Métase al cuento”; talleres “Manitas creativas” y exposiciones itinerantes en el barrio.

Este proyecto reconoce en la lectura una herramienta de inclusión social que pueda ayudar a superar las desigualdades a las que se enfrentan los niños y jóvenes colombianos. Para la Fundación Psicovalorados, el bibliotecario, como mediador de lectura, debe aunar a su formación académica y competencias técnicas la comprensión de la dimensión política de su labor, en busca de fortalecer la cultura democrática. Por esta razón, se proponen estrategias de formación a bibliotecarios vinculados a la red de bibliotecas públicas del Cauca. Su objetivo principal es apoyarlos en su formación e incentivarlos para que logren consolidar las bibliotecas públicas como espacios que propicien una transformación en el pensamiento, la comunicación, la organización social, la ciencia y la educación de las comunidades.

Este proyectó busca desarrollar procesos de reconocimiento e identidad con el patrimonio cultural colombiano a través del fomento de la lectura autóctona, la lúdica tradicional y el arte popular. Se estructura como una propuesta de Investigación Acción Participativa, que reconoce los saberes infantiles y adultos en relación a las costumbres regionales, y crea dinámicas sustentadas en el libro, el juego y el arte. El conjunto de estrategias se plasma, entonces, como un mecanismo social de recuperación de la memoria viva, resignificación de saberes y apropiación de los patrones culturales inmersos en el contexto.

De las veinte (20) localidades en las que está distribuido Bogotá, existen únicamente bibliotecas públicas en trece (13) de ellas, dejando sin cobertura a localidades de alto riesgo social como la localidad de Usme, que presenta el mayor porcentaje de hogares en pobreza multidimensional (24%) de todo el Distrito. Por esta razón, el proyecto busca generar espacios de encuentro comunitario que favorezcan la des-centralización de las oportunidades de acceso a actividades de fomento a la lectura y escritura en zonas prioritarias de la ciudad de Bogotá de acuardo a su alto riesgo social.